lunes, 10 de junio de 2019

Capítulo 10.- Asturias ruta querida

   Son las 15:30h cuando aprieto el botón de Start de La Negra. El estruendo inunda el garaje de mi casa en Suarías, un pequeño pueblo ganadero y agrario situado a pocos km. de Panes, en plenos Picos de Europa que, aunque apenas tiene un puñado de simpáticos y abiertos habitantes, su situación privilegiada acoge unas vistas inimaginables, en las que altas montañas acompañan el recorrido del río Cares-Deva, llegando a fundirse con la línea costera astur en la Ría de Tina Mayor, referencia de división entre Asturias y Cantabria.


   La primera para abajo y salgo junto a Bea dirección Panes. Hemos quedado con nuestros amigos Vane y Pedro; nos conocemos desde el año 2002 y comparto con ellos profesión.
Llegamos a Panes por una carretera sinuosa a la par de estrecha y nos desviamos por la AS-114, carretera llena de curvas, excavada en el desfiladero paralelo al río Cares, en las que hay que circular con mucha atención debido a los numerosos desprendimientos.
  Atravesando la capital del queso asturiano (Arenas de Cabrales), y la famosa a la par de hitórica Cangas de Onís estamos por fin en Arriondas, lugar donde se inicia la famosa prueba del Descenso del Sella. Tras sacar algo de dinero de un cajero,  llegamos al mismo tiempo que Vane y Pedro al lugar de encuentro. Ellos van a lomos de una monocilíndrica carmesí F650GS, eso sí, muy bien cuidada. 
Nos saludamos y decidimos subir el Fito y tomar una botellina (de sidra, por supuesto) en Villaviciosa.
Pues nada, nos subimos a nuestras monturas y ascendemos por la AS-260. La carretera es estrecha y muy sinuosa, con curvas muy irregulares, muchas de ellas sin señalizar. La Negra va tumbando una tras otra mientras poco a poco se come los kilómetros que nos separan del mirador. Vane y Pedro van a otro ritmo, al ritmo que les permite la monocilíndrica. A pesar que Pedro es un buen motero, experimentado y mete la ágil GS es todas las curvas a buen ritmo, el ascenso que permite la mecánica que cabalga no da para más y en algunos momentos se quedan atrás. Damos cuenta de varios vehículos y alcanzamos nuestro primer "check point". Apago momentáneamente el corazón de la Negra y con un suave movimiento de pierna la apoyo sobre su pata de cabra. Nos bajamos los cuatro de nuestras mimadas y subimos un sendero lleno de escalones hasta alcanzar el mirador. Ante nosotros y a pesar de encontrarse el cielo totalmente nublado observamos la línea costera, a varios kilómetros de distancia.


 La temperatura durante la ascensión ha caído hasta los 11°C y el fresquito penetra nuestros técnicos ropajes.
   Varias fotos después nos volvemos a subir a nuestras motos y ponemos rumbo descendente, hacia el Norte. Al final de la vía, enlazamos con la N-632 y llegamos tras varias curvas a Villaviciosa. A su entrada circulamos al lado de la famosa fábrica de "Sidra el Gaitero" símbolo navideño patrio astur. ¿Quién en España no ha celebrado algo descorchando una de sus botellas?

   Estacionamos la lado del Ayuntamiento y tras caminar por sus calles buscando una buena sidrería, se decide entrar en la sidrería Lena. Allí se da cuenta de varias botellas de sidra Trabanco mientras las risas y las anécdotas inundan el local. 
   Se va haciendo tarde e informo que he de ir a hacer algo de compra, asi que nos levantamos y acudimos prestos al Mercadona del pueblo pero justamente antes nos hacemos unas sesiones de fotos en una obra de arte consistente en un sobrero gigante el cual contiene varias manzanas. 


   Al llegar al Mercadona y tras escoger varios productos y pagarlos, Vane y Pedro nos llevan a otra sidrería que conocen bien. Al llegar nos comentan que en ella se grabaron algunas escenas del famoso anuncio de la Lotería de Navidad de 2016, en el que todo un pueblo simula que ha tocado la lotería para hacer feliz a la maestra del pueblo, que ya entrada en años, padecía Alzheimer. En el minuto 1:33 lo tenéis:

   Ya es tarde, el hambre aprieta y estamos en buen sitio para aliviar nuestros estómagos.
   Unas croquetas, junto a unos choricillos a la sidra y una buena ración de pollo al ajillo, todo ello regado con varias botellas de buena sidra consigue aplacar nuestra "fame"; todo por 10€ por cabeza. Un chollo, vamos. Salimos de la sidrería con una sonrisa en nuestras bocas a pesar de ver en la tv del "chigre" la derrota de nuestro querido Real Oviedo a manos del Osasuna. 


   Ha llegado la hora de despedirnos. Tras abrazarnos y prometernos volver a juntarnos pronto, separamos nuestras rodadas.
    Ya es de noche y el cansancio va haciendo mella. 
   Pongo rumbo hacia Infiesto, y desde allí de nuevo a Arriondas, donde vuelvo a tomar la AS-114. Enciendo las luces auxiliares de la Negra, que me dan mucha más visión de la vía, y poco a poco, con precaución y oraciones para no encontrarme con algún obstáculo en la vía, o peor aún, con algún animal, llegamos a Suarías, donde nos recibe nuestra perrita Arya, solicitándonos mimos, muchos mimos, que por supuesto le damos con mucho gusto.
¡Hasta la próxima! 

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